Uno de los factores más relevantes a la hora de desarrollar un plan minero corresponde a los estudios geológicos de los depósitos minerales, solo con esto se pueden transformar estas anomalías identificadas con fotografías satelitales, estudios geofísicos, geoquímicos y otros reconocimientos; en proyectos mineros capaces de prosperar por años y vencer las dificultades que la tecnología y el mercado les pongan en el camino.
Para llegar a este proyecto se necesitan estudios geológicos y geotécnicos que definan el origen, forma, sistemas estructurales, eventos tectónicos, intrusiones magmáticas, etc.
El plan minero debe básicamente, como su nombre lo indica, planificar la manera en que la se desarrolla. Por ello, el plan minero es pieza fundamental de la cadena de valor del negocio minero y los datos utilizados para crearlo pasan de ser un background a un proyecto capaz de evaluarse económica y técnicamente. Un buen reconocimiento geológico debe considerar los siguientes aspectos:
- Dimensionar tonelajes,
- Dimensionar leyes,
- Considerar elementos de interés, ganga y minerales que pueden ser comercializados, procesados y también ser un riesgo para el negocio,
- Modelar el yacimiento con la distribución de todos los elementos de interés y la ganga,
- Estudiar la estabilidad, definiendo estructuras, diaclasas, fallas mayores y menores,
- Realizar un correcto muestreo, análisis químico y control de calidad de cada muestra que conforma el sondaje,
- Definir las herramientas correctas para realizar las prospecciones (sondajes, galerías exploratorias, zanjas, mapeos, muestreos, ensayos).
Dentro de toda esta información, los geólogos participan ampliamente en la geotecnia, geomecánica y caracterización de yacimiento, desde las etapas iniciales del reconocimiento del depósito, definiendo dominios estructurales, parámetros geotécnicos, estructuras, calidad de la roca y otras informaciones que definirán los modelos de cada sector, contribuyendo en gran medida al análisis de riesgo geológico y tectónico.
Para que todo lo anterior sea eficaz, es óptimo contar con la ubicación precisa de las muestras tomadas, esto asegura que en un futuro se interpreten correctamente estas informaciones y puedan generarse las decisiones correctas. Actualmente, la tecnología ayuda en gran medida esta labor gracias al posicionamiento satelital como GNSS.
En este último punto existe un problema habitual a la hora de cruzar información, existen diferentes métodos de coordenadas que siempre deben fijarse en el inicio del proyecto, de esta forma sin importar con que coordenadas trabaje el equipo o software, el resultado siempre deberá ser traducido al que se estableció.
Por otro lado, el análisis de suelo pasa a ser un segundo punto crucial, permitiendo conocer el origen, composición granulométrica y tipo de suelo principalmente, con todo lo que esto conlleva: consistencia, dilatancia, contenido de sal soluble y material orgánico, rellenos artificiales, etc.
Finalmente, los geólogos usan tecnologías de sistemas de información geográfica (GIS) para visualizar, consultar, analizar y desplegar en forma simultanea diferentes imágenes y datos recogidos desde satélites, mapas, estudios geoquímicos, radiométricos, entre muchos otros, en yacimientos medianos y grandes esta tecnología es muy rentable, considerando una gran cantidad de información y entregando características tridimensionales del yacimiento que pueden fácilmente escaparse de la percepción el profesional. Aporta a una agregación de valor traducido en tiempo, riesgo y, por supuesto, mucho dinero.
Egresado de Ingeniería Civil en Minas de la Universidad de Santiago de Chile, realizando la memoria de titulación en Innovación Digital en Minería.
Desarrollador de cursos de capacitación en Proyecto de Molibdeno Molyb, de Codelco.