Mucho se ha hablado de los efectos que actualmente ha generado la baja en los precios de los commodities, efectos a nivel mundial que van desde la reducción de personal, flujos de caja negativos y proyectos detenidos. Efectos que por lo visto se mantendrán por lo menos dos años más. Sumando a esto las dificultades técnicas que las minas presentan, con bajas leyes y grandes cantidades de estéril por cada tonelada de mineral extraído. El panorama es por lo menos complejo, la industria minera está bajo mucha presión.
Uno de los efectos de los que poco se habla es como las minas reducen considerablemente su exploración, con el objetivo de mantener una caja permanente que les permita mantener cierta flexibilidad para tomar decisiones. Pero, ¿dónde va dirigido parte de ese capital que se destina para asegurar los beneficios futuros?
“La innovación es un negocio de capital de riesgo, está dentro del negocio minero, igual que la exploración.” Jaime Rivera, Gerente Corporativo de Negocios e Innovación de Codelco.
La respuesta yace en la necesidad más latente que mantiene actualmente la industria: la productividad. Y el camino que muchas empresas han implementado para alcanzar los niveles de productividad que se requieren, con o sin conocimiento, es el camino de la innovación. Sacando provecho a sus activos, para reducir costos sin afectar la producción.
La industria está en una posición compleja, esperando la decisión correcta y es que después de décadas en las cuales los procesos mineros se han mantenido prácticamente invariantes, hoy se debe repensar cómo funciona la minería.
Alejándose de la industria minera se ha visto como las demás industrias se han envuelto por el manto de la llamada “cuarta revolución industrial”, su principal característica son las tecnologías digitales, todo está conectado, todo es automático, autónomo, existen nuevos materiales para cada situación, el Big Data cambio la forma de almacenar y utilizar la información en tiempo real, la Robótica y el Internet of Things aumentan la productividad de los procesos, reducen costos de mantención y recopilan información. Todo bajo el alero de la innovación digital.
El deber de aumentar la productividad
Las compañías mineras han proclamado una y otra vez que se encuentran en proceso de aumentar la productividad, algunas como CODELCO llamaron a este año 2016 el “año de la productividad”. Todo gira en torno a aumentar los niveles que históricamente has decrecido 3,5% por año según McKinsey. Esto significa, que las compañías mineras son un 28% menos eficientes en extraer y mover 1 tonelada de material que hace 10 años.
La menor productividad se hace más evidente aun cuando se observa su impacto en los commodities.
Comparado con el Hierro, el carbón y los metales del grupo de los platinos, el cobre pareciera tener una leve ventaja. Sin embargo, estos valores son globales, y al descomponerlos en geográficamente se observa como el impacto en la productividad golpea negativamente a Latinoamerica.
Se debe recordar, que, en su labor, McKinsey ajusta los valores de acuerdo a factores externos como el deterioro de las leyes de mineral, la inflación de costos en mina, aumento de precio en los insumos mineros, combustible y explosivos. Lográndose ver que, en la realidad, el impacto negativo en la productividad es mucho mayor que lo expuesto.
El cambio de la Innovación Digital
Las tecnologías digitales mantienen un gran potencial para solucionar de diferentes maneras los problemas en la productividad. Sus alcances son variados y los cambios se desarrollan de forma rápida, más rápido que los procesos de gestión actual dispuestos por las compañías pueden trabajar, esto obliga a las empresas a empezar por lo básico, incorporar sistemas de gestión de innovación que permitan identificar necesidades y soluciones.
De acuerdo a la experiencia adquirida de las demás industrias, la innovación digital se integra con los procesos productivos de la siguiente manera:
- Recopilación de grandes cantidades de información, en tiempo real, con sensores integrados en maquinarias y materiales.
- Conectividad de los equipos, bases de datos y computadores con una constante interacción entre estos.
- Gran capacidad de cálculo, encontrar patrones y aprender de la información obtenida.
- Gran capacidad de análisis, integrando técnicas de estadística y probabilidad.
- Inteligencia artificial capaz de aprender y predecir resultados no considerados.
- Una compleja interacción humano-maquina, personalizable y entregando información en tiempo real a través de la realidad aumentada.
- Autonomía de la maquinaria y robótica, haciéndola más productiva.
- Manejo remoto de diferentes equipos.
Basándose en estas capacidades, se puede esperar que algunos procedimientos dejaran de realizarse o ya no serán realizados por personas, como las inspecciones del material y análisis químicos. Mientras que muchas decisiones serán modeladas y tomadas de forma automática por los equipos, basándose en registros históricos e información en tiempo real, optimizando los procesos e impactando directamente en la productividad.
El valor que entrega la innovación digital a la industria minera será de 370 mil millones de dólares por año el 2025, según estimaciones de McKinsey. Sin embargo, como toda revolución industrial se requiere que gran parte de la industria participe del cambio, solo así se alcanzarán los avances tecnológicos proyectados, puesto que el escalamiento de las innovaciones representa un gran costo y riesgo para que este sea destinado a un pequeño grupo de compañías.
Según GE Digital, introducir análisis predictivos en base a tecnologías digitales (Big Data e Internet of Things, específicamente) impacta fuertemente reduciendo los costos de mantención, costos en energía y aumentando la producción de los equipos. De esta forma, cada camión entregaría beneficios por 62 mil dólares anuales gracias al aumento de producción y la reducción de costos de mantención, sin duda afectando la productividad.
Por otro lado, estas tecnologías permiten optimizar los procesos, aumentando su rendimiento y recuperación, de acuerdo a la información de los mismos procesos y las operaciones anteriores.
Egresado de Ingeniería Civil en Minas de la Universidad de Santiago de Chile, realizando la memoria de titulación en Innovación Digital en Minería.
Desarrollador de cursos de capacitación en Proyecto de Molibdeno Molyb, de Codelco.